jueves, 1 de enero de 2009

Las profecías de Lester Brown


Por: Pablo Correa

El capitalismo se puede desbaratar por no confesar la "verdad ecológica", el planeta colapsar y la civilización extinguirse. ¿Cuánto tiempo tenemos para corregir el rumbo? ¿Años? ¿Décadas? Nadie lo sabe.
La energía eólica puede llegar a sustituir el petróleo importado en muchos países, según Lester Brown.
La serenidad en la voz de Lester Brown cuando dice que nuestra civilización corre el riesgo de extinguirse resulta perturbadora. No es la voz de un fanático. Tampoco la de un excéntrico. Es la voz del analista que hace ya casi tres décadas predijo gran parte de los problemas ambientales que hoy son noticia.
El Washington Post lo considera uno de los pensadores más influyentes del mundo y el martes pasado estuvo en Colombia. En el Club El Nogal de Bogotá, ante un reducido auditorio de estudiantes, investigadores y políticos dibujó dos posibles escenarios que nos esperan en el futuro. Uno, pesimista, es el resultado de continuar con el modelo económico actual. El otro, optimista, nace de dar un timonazo y hacer un esfuerzo por poner freno a un modelo de desarrollo a todas luces insostenible.
Panorama desolador
Brown, en entrevista exclusiva con El Espectador, dijo que cuando los historiadores escriban sobre esta época tendrán que hacer la distinción entre antes y después de la era del petróleo. Haber confiado el desarrollo de nuestras economías a la explotación de los hidrocarburos nos condujo a un acelerado progreso, pero a un deterioro igualmente rápido de los recursos naturales.

1 comentario:

♥Tiz♥ dijo...

Es muy preocupante el panorama que nos pinta el pensador Lester Brown. Lo mas importante es que debemos ponernos manos a la obra para corregir nuestro rumbo a la extincion. Con esto nos podemos dar cuenta de la cantidad de problemas que nos causamos a nosotros mismos. Con algo que deberia ser natural en nosotros, que es cuidar el lugar donde habitamos, nos estamos matando nosotros mismos portodos lados, hasta economicamente, ya lo vemos. No debemos pensar solo en los beneficios inmediatos, como se hizo con el petroleo, y mas bien pensar en las consecuencias que pueden devenir, que muchas veces arrazan hasta con los beneficios que habiamos adquirido anteriormente